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En el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, TeatroBe ha querido aportar su pequeño homenaje a alguien conocido por su genialidad como
novelista, pero cuya gran vocación fue el teatro.
La faceta teatral de Cervantes es menos conocida que la del novelista que fue, no sólo por escribir su universal «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha», sino también las «Novelas Ejemplares» y «Los Trabajos de Persiles y Sigismunda». Cervantes escribió numerosas obras teatrales, y algunas de ellas fueron representadas, si bien casi todas las que llegaron a la escena han desaparecido.
El gran teatro del Siglo de Oro que escribieron dos generaciones de
dramaturgos, entre los cuales, por supuesto, se encuentran Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca, es en efecto el que sigue la vía abierta por Lope, habiendo quedado al margen ese otro estilo, menos atractivo para el público, que ofrecía Cervantes.
En semejante coyuntura, tampoco es de extrañar que otras obras escritas por Cervantes jamás llegaran a representarse. Él, sin embargo, se decidió a
recopilarlas para el público lector en el libro «Ocho comedias y ocho
entremeses nuevos, nunca representados», publicado poco antes de su muerte. En el prólogo defendió estas obras y su estilo teatral.
De entre los ocho entremeses hemos optado por seleccionar tres: «El Juez de los Divorcios», «La Cueva de Salamanca» y «El Viejo Celoso». Los tres
ofrecen el interés de responder a una temática similar: la relativa a las
desavenencias matrimoniales.
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